lunes, 11 de febrero de 2013

Sintesis: "El exito no llega por casualidad"

¿Qué es el éxito? ¿Qué es la felicidad? ¿Qué es la suerte?


¿Por qué algunas personas tienen éxito en la vida y otras no lo consiguen? ¿Cómo se alcanza el éxito? ¿Cuál es el secreto de las personas que lo obtienen?


El éxito no llega por casualidad, es fruto de nuestras decisiones y nuestras acciones y no de una causa ajena y sobre todo es producto de nuestra propia creación. A cada instante estamos fabricando en nuestra mente una realidad particular. Es allí donde debemos aprender a ver las situaciones propicias, ya que las mismas están, sólo hay que ser capaces de percibirlas; Es de los conflictos y de la manera en que lo asimilemos donde adquirimos nuevos conocimientos y pode avanzar y no desde las soluciones. Henry Ford decía " tanto si piensa que puede como si piensa que no puede, de cualquier modo está en lo cierto".(tomado de la lectura)


Si creemos que un conflicto no tiene solución, probablemente no lo tendrá, pero si frente a este problema cambiamos nuestro modo de pensar, nuestro punto de vista, seguramente encontraremos la salida; lo fundamental es pensar de un modo adecuado, una persona con éxito no difiere mucho de otra que no consigue lo que quiere de la vida…dice en el libro que: “la vida es así: el profesional que gana tres veces más que otro no esta haciendo tres veces más esfuerzo, ni tiene el triple de conocimientos o de inteligencia” la diferencia se ve mínima PERO ES EN LA “DIFERENCIA LA Q MARCA LA DIFERENCIA”

La vida que cada uno lleva es producto de una creación personal y no de las circunstancias; no debemos considerar a los problemas como nuestros mayores enemigos, ya que son los que nos brindan la posibilidad de crecer.

Pero la visualización depende de la experiencia. No siempre lo que es en un determinado momento será de igual manera por siempre, muchas veces es modificado por otras vivencias y esto hace que le demos un nuevo enfoque a la realidad. Una de las condiciones para que se dé la nueva percepción es que aceptemos nuestra capacidad de cambio así como que brindemos al otro la misma posibilidad. Si adoptamos una calificación determinante para las personas u objetos que nos rodean, muchas veces negativa y con el tiempo la seguimos manteniendo, no le otorgamos la posibilidad que se modifique ni que nosotros nos renovemos en nuestra manera de actuar.

Todos tenemos aspectos más débiles y otros más fuertes. De nuestra estructura imaginaria dependerá nuestro accionar, si acentuamos nuestras propias debilidades no conseguiremos progresar, en cambio si nos proponemos crecer sobre nuestras propias fortalezas es allí donde se incrementará la propia capacidad para enfrentar los problemas y las cualidades tenderán a aumentar. Si nos manejamos desde los aspectos negativos, de lo que "no se debe hacer probablemente" terminemos haciendo eso mismo que rechazamos, en cambio si nos proponemos hablar de aquellos caminos que sí son viables, seguramente lograremos realizar actos positivos.

El éxito tiene que ver con el alcanzar lo que se desea. Uno de los problemas más frecuentes que tienen las personas que no lo logran es que se fijan metas muy amplias, imposibles de concretar y no logran disfrutar de los pequeños adelantos que se van dando. Entonces se proponen gratificarse cuando hayan logrado un ascenso en la carrera, o cuando hayan podido acumular una determinada cantidad de dinero, o cuando lleguen a una edad en que dejen de trabajar. De esta forma nunca lograrán estar felices y enorgullecerse de lo que ya han obtenido. Por ello resulta útil fijarse objetivos a corto plazo y visualizarlos para aclararlos, después de ese período evaluarlos y proponerse nuevos, estando ya en mejores condiciones para seguir el camino.

Los problemas que se presentan en la vida cotidiana nos incentivan a crecer, sino no seríamos útiles en nuestros empleos. Vivir, es enfrentar un problema tras otro, la diferencia está en la manera en que uno los encara. No interesa el inconveniente en particular, sino en qué enfoque cada uno lo coloque; la realidad no se da de forma separada a la percepción que uno tiene de la misma, siempre es subjetiva, pero es el mejor medio para lograr lo que nos proponemos.

En ocasiones los fracasos se dan cuando insistimos en actuar sobre una situación que no podemos cambiar. Toda experiencia tiene que ir asociada a una profunda reflexión y si lo que uno hace no funciona, hay que detenerse, pensar y tomar la decisión de comportarse de otra forma, nuestro comportamiento cambia el sentimiento y el sentimiento cambia el pensamiento.

En este libro nos ponen a pensar como hemos vivido y como solucionamos los problemas que se nos presentan y que cada experiencia que vivimos es hecha por nosotros mismos, porque todo se basa en cómo queremos manejar o dirigir lo que queremos y hacia donde queremos llegar, siendo algunas veces decisiones que tendrán mucho efecto más adelante.

El libro nos muestra cómo se desarrolla una serie de “leyes básicas del éxito”. Nos dice que aprender con el universo que pasa a ser su aliado cuando sus metas están alineadas con su finalidad en la vida y usted se compromete a alcanzarlas. Vemos que esforzarse en hacer la diferencia que marca la diferencia pues son los pequeños detalles los que establecen una gran diferencia en los resultados. Así como tenemos un mundo de ilusiones podemos crear un mundo de éxito, donde la autoestima es fundamental para conquistarlo.

Menciona que el mayor poder de nuestra mente está en el inconsciente, nuestro hemisferio derecho, pero no aprendemos a utilizarla. Lo que obtenemos como resultado es un mensaje negativo que aparece en nuestro cerebro y crea limitaciones que se reflejan en el mundo exterior. Las personas, raramente son conscientes de sus limitaciones. El secreto está en el inconsciente y, es también ahí donde está su autoestima. Podemos ser capaces de trabajar con ambos lados del cerebro, en equilibrio.

Se aprende a comprender que si tengo la idea de éxito en mi mente, el éxito vendrá.


Otras cosas que uno logra ver es que hay que vivir el presente y planear el futuro. Uno mismo puede cambiar su vida. Si dice: ¡Quiero ser feliz!, el asunto es feliz. Si dice: ¡No quiero ser infeliz!, el asunto nunca es no quiero, sino infeliz.



En tiempos de crisis, la realidad nos atemoriza y nos cuidamos de tomar una decisión incorrecta por miedo a fallar. Sin embargo hay personas que adoptan otra postura y ven a estos momentos como una oportunidad para mejorar. El modo en que enfoquemos una crisis determinará nuestras las posibilidades futuras.



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